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Las 10 claves del español para hablantes de inglés

Uno de los factores que más influye a la hora de aprender una lengua extranjera es la lengua materna del estudiante. Los temas más difíciles del nuevo idioma suelen ser los que tienen más diferencias con esa primera lengua porque no existen en ella o porque se realizan de una manera distinta, lo que lleva a continuos errores y problemas para el estudiante.

Por eso, en este post he querido recopilar los 10 temas del español que resultan más difíciles para los hablantes nativos de inglés, explicando de una forma sencilla cómo se construyen en español y cuáles son sus grandes diferencias con el inglés.

En primer lugar, analizo cinco cuestiones gramaticales fundamentales en español y que normalmente resultan muy complicadas para los anglófonos: el género de las personas y las cosas, los verbos ser y estar, el verbo gustar, las preposiciones por y para, y las preposiciones de movimiento.

Los tres puntos siguientes están dedicados a los verbos, el gran problema del español para la mayoría de las personas que tienen el inglés como lengua materna por el gran número de tiempos verbales que hay en este idioma y todos con muchísimas formas diferentes.

Además de darte algunos consejos para ayudarte a memorizar todas estas palabras, también te explico las diferencias entre los pasados, en concreto, entre el pretérito indefinido o pretérito perfecto simple y el pretérito imperfecto, y cuándo se usa en español el modo subjuntivo.

Este repaso a los 10 temas del español que resultan más difíciles para los hablantes de inglés termina con el principal problema de los anglófonos a la hora de hablar español: la pronunciación de la letra R, y el principal problema a la hora de escribir: dónde se ponen las tildes o acentos ortográficos.

En cada punto de esta lista encontrarás una explicación breve y sencilla sobre los aspectos más importantes del tema. Y, si quieres saber más sobre esa cuestión en concreto, a continuación puedes ver uno o varios vídeos creados por mí para el canal de YouTube de Tu escuela de español.

Y también puedes descargar un PDF con un resumen de esta explicación sobre los 10 temas del español más difíciles para los anglófonos rellenando este formulario:

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Índice de temas

1. El género de personas y cosas

Al contrario que en inglés, en español todos los nombres o sustantivos tienen un género: masculino o femenino, tanto los referidos a las personas como los referidos a las cosas.

Además, en español es fundamental conocer el género de cada nombre porque todas las palabras que lo acompañan (adjetivos, artículos, posesivos, determinantes, etc.) deben concordar con él, es decir, si el nombre es masculino, todas esas palabras tienen que estar en masculino y, si el nombre es femenino, todas esas palabras tienen que estar en femenino:

Ese niño es muy simpático. / Esa niña es muy simpática.

Este es precisamente uno de los principales errores que cometen los anglófonos cuando hablan o escriben en español: mezclar los géneros de estas palabras, olvidando que el género del nombre fija el género de todos los elementos que dependen de él.

¿Y cómo puedes saber qué género tiene un nombre en concreto?

Por lo que respecta a los seres vivos (personas y animales), normalmente pueden ser de los dos géneros y la elección de uno u otro depende del sexo biológico que tenga el ser vivo del que estamos hablando.

Como norma general, los nombres masculinos acaban en -O y el femenino se forma cambiando la -O final por una -A:

el niño / la niña, el perro / la perra

Pero hay numerosas excepciones. Así, hay nombres que tienen terminaciones distintas para cada género (el actor / la actriz), otros sustantivos tienen palabras completamente diferentes para referirse a cada sexo (el hombre / la mujer, la vaca / el toro).

Y, finalmente, hay un importante grupo de nombres que son iguales para los dos sexos. Dentro de esta última categoría destacan las denominaciones de profesiones y cargos terminados en -ista (el / la periodista), -ante (el / la estudiante) y -ente (el / la agente).

Esto no significa que dé igual el género qué tienen estos nombres en cada caso y que viene dado por el sexo de la persona a la que se refieren, porque, aunque ese sustantivo sea igual para hombre y para mujer, todas las palabras que lo acompañan (adjetivos, artículos, determinantes, etc.) deben ir en ese género:

Es un estudiante muy bueno. / Es una estudiante muy buena.

Y, en cuanto a las cosas, generalmente son masculinos los nombres que acaban en -O (el libro, el vino, el dedo) y son femeninos los nombres que acaban en -A (la manzana, la mesa, la falda), aunque hay excepciones.

Así, en español hay algunos sustantivos masculinos acabados en -A: el día, el sofá, el mapa y las palabras acabadas en las sílabas -ma y -ta procedentes del griego (el problema, el idioma, el tema, el planeta, etc.), y también hay sustantivos femeninos acabados en -O: la mano y los acortamientos de algunas palabras femeninas como la moto (motocicleta), la radio (radiodifusión), la foto (fotografía), etc.

Por su parte, de los nombres que acaban en otras vocales, algunos son masculinos y otros son femeninos. Y pasa lo mismo con los sustantivos que acaban en una consonante, que pueden ser masculinos o femeninos.

En muchos casos no hay reglas para saber cuándo un nombre es masculino y cuándo es femenino, y hay que aprenderlo de memoria, pero sí hay algunas terminaciones que nos indican el género de muchas cosas.

Por ejemplo, son femeninos los nombres acabados en: -ción (la emoción); -sión (la pasión); -zón (la razón), excepto el corazón y el buzón; –dad (la ciudad); -tad (la amistad); -ez (la vez), excepto el pez; -triz (la matriz); -tud (la actitud) y -umbre (la cumbre). Pero son masculinos los nombres acabados en -or (el color), excepto la flor y la labor; en -aje (el viaje) y en -an (el pan).

Además, en función de su significado también sabemos el género de muchas palabras. En concreto, en español son masculinos:

  1. Los números (el uno).
  2. Los colores (el rojo).
  3. Los días de la semana (el lunes).
  4. Los meses del año (Enero es frío)
  5. Los cuatro puntos cardinales (el norte, el sur, el este y el oeste).
  6. La mayoría de los nombres relacionados con la geografía: los ríos, mares, océanos, lagos, montes, volcanes… (el Amazonas, el Mediterráneo, el Teide).

Por el contrario, son femeninas todas las letras del alfabeto, tanto las vocales (la a) como las consonantes (la eñe).

Puedes ver esta explicación sobre el género de las cosas en español con más detalle y con más ejemplos en estos dos vídeos de Tu escuela de español:

2. Ser y estar

Los verbos ser y estar se utilizan muchísimo en español, pero se corresponden en inglés con un único verbo: to be, por lo que a las personas que tienen este idioma como lengua materna les resulta muy difícil entender cuándo tienen que usar ser y cuándo tienen que usar estar.

¿Y cómo puedes saber qué verbo tienes que emplear en cada caso?

La diferencia básica entre estos verbos es que con ‘ser’ hablamos de las características esenciales de una persona o de una cosa y con ‘estar’ hablamos de sus estados temporales o de sus circunstancias.

En concreto, en español se utiliza el verbo ‘ser’ para identificar y definir a una persona o una cosa (Es mi madre), así como para describir sus rasgos esenciales.

Así, en el caso de las personas, empleamos ser para decir su nacionalidad (Es español), su profesión (Es profesor), las características físicas que no cambian o que las definen (Es morena / Es mayor), etc., y en el caso de las cosas, para hablar de la materia de la que están hechas (La mesa es de madera) y de quién son (El libro es de mi padre), entre otras cosas.

Mientras que se utiliza el verbo ‘estar’ para describir los estados físicos y emocionales de una persona (Estoy contenta), y los estados temporales de una cosa o un lugar (El vestido está sucio), además de para ubicar a una persona o una cosa en un lugar (Madrid está en España).

Por eso, los dos verbos se pueden usar en español con muchos adjetivos, aunque con algunas diferencias de significado. Esto sucede por ejemplo con los adjetivos referidos a la descripción física. Así no es lo mismo decir que Pablo es gordo que Pablo está gordo. En el primer caso hablo de que habitualmente tiene unos kilos de más, mientras que en el segundo digo que de forma temporal pesa más de lo que pesa normalmente.

Y también pasa lo mismo con el carácter, que es algo que es parte de nuestra persona y que nos caracteriza, por lo que se expresa con ‘ser’, y con el estado de ánimo, que es algo que sentimos de forma temporal, por lo que se expresa con ‘estar’.

Por eso, no es lo mismo decir que Pablo es simpático (siempre es así, es parte de su carácter) que Pablo está simpático (es algo temporal, creo que ahora mismo se comporta de una forma mucho más amable con otros que habitualmente).

Por el contrario, solo uno de estos dos verbos se puede usar con ciertos adjetivos que por su propio significado tienen un carácter esencial (son cualidades que forman parte de una persona o una cosa) y, por tanto, solo pueden ir con ‘ser’, o, por el contrario, son estados temporales y, por tanto, solo pueden ir con ‘estar’. 

Esto sucede con ‘ser’ con adjetivos como inteligente, sincero, optimista, necesario o lógico. Y con ‘estar’, con las posturas corporales (estar sentado, de pie…); con adjetivos como contento, enfadado, loco, embarazada, enfermo, cansado, preocupado, vacío o lleno, y con construcciones con ‘de + nombre’ que también se refieren a cosas temporales, como estar de buen y de mal humor, estar de vacaciones o estar de viaje.

Además de esta gran diferencia entre ser y estar, los dos verbos tienen usos específicos en español que hay que aprender por separado. Por ejemplo:

  1. Ser’ se utiliza decir la hora y la fecha (Son las cinco de la tarde), así como para formar la voz pasiva siempre seguido de un participio (El examen ha sido aprobado por todos los alumnos).
  2. ‘Estar’ seguido de un gerundio se utiliza para hablar de acciones en desarrollo (Está comiendo).

Puedes ver esta explicación sobre los usos de los verbos ser y estar con más detalle y con más ejemplos en estos dos vídeos de Tu escuela de español:

3. El verbo gustar

El verbo gustar tiene una estructura especial en español. Las frases normales en este idioma están formadas por un sujeto seguido de un verbo y de unos complementos:

Los niños compran helados.

Los niños’ es el sujeto, ‘compran’ es el verbo y ‘helados’ es el objeto o complemento directo

Esta es la estructura que siguen la mayoría de los verbos en inglés, incluido gustar – like:

I like ice cream.

Pero en español, gustar funciona de una manera diferente. No decimos: Yo gusto el helado, sino:

Me gusta el helado.

Fíjate en que el primer elemento de la frase no es el sujeto, sino que es un pronombre de objeto indirecto (me, te, le, nos, os y les), después va el verbo (siempre en tercera persona del singular o del plural) y al final se pone la cosa que ‘gusta’ (un verbo en infinitivo o un nombre con un artículo determinado delante: el, la, los o las). Vamos a analizar todos elementos con detalle:

Por lo que respecta a los pronombres de objeto indirecto, hay que elegir el correspondiente a la persona de la que hablamos.

  1. Si hablo de mí será el de primera persona del singular: me.
  2. Si hablo de ti, el de segunda persona del singular: te.
  3. Si hablo de él o de ella, el de tercera persona del singular: le.
  4. Si hablo de nosotros, el de primera persona del plural: nos.
  5. Si hablo de vosotros, el de segunda persona del plural: os.
  6. Si hablo de ellos o de ellas, el de tercera persona del plural: les.

En cuanto al verbo, gustar no tiene seis personas como el resto de verbos (yo, tú, él /ella, nosotros / nosotros, vosotros / vosotras, ellos / ellas), sino que normalmente solo se conjuga en tercera persona del singular y del plural (en presente, gusta y gustan).

La elección del singular o del plural depende del nombre que va detrás: va en singular cuando lo que gusta es un nombre en singular (¿Te gusta el español?), un verbo en infinitivo (Nos gusta correr) y varios verbos en infinitivo (Le gusta cantar y bailar), pero va en plural cuando lo que gusta es un nombre en plural (Les gustan las naranjas) o varios nombres (Le gustan el vino y la cerveza).

Fíjate en que tanto en singular como en plural, si lo que gusta es un nombre o sustantivo, siempre tiene que llevar delante un artículo determinado delante: el, la, los o las.

¿Has entendido cuál es la estructura de las frases con el verbo gustar? Este es un tema muy importante porque es un verbo que se utiliza muchísimo y además porque en español tenemos otros verbos que tienen la misma estructura que gustar, como encantar, molestar y doler. Recuerda que debes poner primero el pronombre de objeto indirecto correspondiente a la persona de la que hablas (me, te, le, nos, os o les), después va el verbo en tercera persona del singular o del plural y, finalmente va la cosa sobre la que recae la acción, que puede ser un verbo o un nombre.

Nos encanta aprender cosas nuevas. / Me duelen las piernas.

Puedes ver esta explicación sobre la estructura del verbo gustar en español con más detalle y con más ejemplos en este vídeo de Tu escuela de español

4. Por y para

Muchos hablantes nativos de inglés traducen siempre la preposición ‘for en español como ‘por’, pero en este idioma tenemos dos preposiciones que se corresponden en inglés con la mayoría de los usos de ‘for’: por y para. Además, en algunos casos ‘por’ en español equivale en inglés a ‘by’ o a ‘through’, mientras que ‘para’ también puede ser ‘to’.

¿Y cómo puedes saber qué preposición tienes que utilizar en cada caso?

Como normal general, en español usamos la preposición ‘por’ para expresar la causa o el motivo de algo:

Aprendo español por placer.

Mientras que usamos la preposición ‘para’ para expresar la finalidad o el objetivo que se quiere conseguir con algo:

Aprendo español para tener un trabajo mejor.

Esto quiere decir que lo que decimos con ‘por’ es anterior a la acción porque es lo que la provoca o la causa, mientras que lo que decimos con ‘para’ es posterior a la acción, es decir, todavía no ha sucedido, pero es algo que queremos que suceda.

Piensa en cómo traducirías al inglés estas dos frases:

Aprendo español por placer. I learn Spanish for pleasure.  

Aprendo español para tener un trabajo mejor I learn Spanish to have a better job.

Como ves, en la segunda frase ‘para’ en español es ‘to’ en inglés.

Sin embargo, sí tenemos un uso muy habitual de ‘para’ en español que equivale a ‘for’ en inglés: indicar el destinatario de una acción. Por ejemplo:

Tengo un regalo para ti. → I have a present for you.

Estos son los usos más importantes de las preposiciones ‘por’ y ‘para’, aunque tienen muchos usos más. Así, ambas se emplean en español para hablar de espacio y de tiempo, y en los dos casos ‘por’ suele ser indeterminado y ‘para’ algo concreto.

Por ejemplo, en el caso del espacio, usamos ‘por’ para referirnos a un lugar que se atraviesa para ir a otro destino:

Voy al trabajo por el parque.

(es decir, paso por el parque de camino al trabajo)

Y para indicar movimiento dentro de un determinado espacio:

Me gusta caminar por el parque.

(es decir, dentro del parque)

Mientras que usamos ‘para’ para indicar la dirección de un movimiento que se puede alcanzar o no:

Voy para casa.

(es decir, camino en dirección a mi casa)

Piensa en cómo traducirías al inglés estas frases. Seguramente usando las preposiciones ‘through’, ‘in’ y ‘to’, no ‘for’.

Y, en el caso del tiempo, usamos ‘por’ para indicar un tiempo aproximado:

Iré a veros por Navidad.

Y para hablar de la frecuencia o periodicidad con la que se realiza algo:

Voy al gimnasio dos veces por semana.

Mientras que usamos ‘para’ para señalar el límite de un plazo de tiempo:

Tienes que hacer el informe para el viernes.

También respecto al tiempo, tienes que tener en cuenta que en inglés la duración de una acción se expresa con ‘for’, pero en español no se emplean ni ‘por’ ni ‘para’, sino que se utiliza ‘durante’ o no se pone ninguna preposición. Así, I lived in Spain for a year no se traduce al español como Viví en España por un año, sino que lo correcto es decir Viví en España durante un año o Viví en España un año.

Además, ‘por’ y ‘para’ se utilizan en español en otros contextos. Otros usos habituales de la preposición ‘por’ son:

  1. Introducir el complemento agente de las oraciones pasivas (El asesino fue detenido por la Policía).
  2. Referirnos al medio o instrumento a través del cual hacemos algo, como los medios de comunicación interpersonal: teléfono, ordenador, etc. (Te llamo mañana por teléfono).
  3. Proponer un intercambio o sustitución de una persona por otra o de una cosa por otra (¿Quieres hacer el examen por mí?, es decir, en mi lugar).

Mientras que ‘para’ también se utiliza en español para expresar una opinión personal siempre seguido de un nombre o de un pronombre (Para mí hoy hace demasiado calor).

En algunos de estos casos ‘por’ y ‘para’ se traducirían al inglés como ‘for’, pero en otros serían ‘by’ u otra preposición como ‘a’, ‘on’ o ‘in’.

Puedes ver esta explicación sobre las preposiciones ‘por’ y ‘para’ con más detalle y con más ejemplos en este vídeo de Tu escuela de español:

5. Las preposiciones de movimiento

Como hemos visto con ‘por’ y ‘para’, las preposiciones son uno de los temas más complejos a la hora de estudiar una lengua extranjera porque no existe una correspondencia entre preposiciones entre diferentes idiomas, es decir, no podemos traducir una preposición de nuestra lengua materna por otra preposición de la lengua que estamos estudiando.

En la mayoría de los casos, cada preposición se corresponde con varias preposiciones distintas dependiendo del uso concreto de estas palabras dentro de una frase.

Esto sucede con las preposiciones que se utilizan delante de los medios de transporte y de los vehículos. En inglés se emplean preposiciones diferentes en los dos casos: ‘by’ para hablar del medio de transporte y ‘on’ o ‘in’ para hablar de un vehículo concreto, mientras que en español se usa ‘en’ en los dos casos (recuerda que en español nunca se pone ‘por’ delante de un medio de transporte):

Vamos a Madrid en avión.

Voy en mi coche.

Con dos excepciones: ir a pie e ir a caballo.

También sucede con la preposición ‘to’ cuando se utiliza en inglés para indicar la dirección o el destino de un movimiento (I’m going to the supermarket) y que en español se puede traducir como ‘a’, ‘para’, ‘hacia’ y ‘hasta’ con pequeños cambios de significado.

Así, ‘a’ indica’ el destino de un movimiento, por lo que Voy al supermercado quiere decir que el supermercado es el lugar al que me dirijo.

Para’ indica la dirección de un movimiento con una meta final a la que se puede llegar o no, por lo que Voy para el supermercado quiere decir que voy a seguir el camino que lleva al supermercado, pero que puede que no llegué hasta él.

Hacia’ indica la dirección de un movimiento, por lo que Voy hacia el supermercado quiere decir que voy a tomar el camino que se dirige al supermercado.

Y, finalmente, ‘hasta’ indica el punto final de un movimiento, por lo que Voy hasta el supermercado incide en el supermercado como meta o punto final de mi recorrido.

Como ves, el significado de estas preposiciones se parece mucho y en muchos casos son intercambiables, pero en otros no. Por ejemplo, para indicar la dirección a la que te diriges usando un punto cardinal (norte, sur, este y oeste) solo se puede utilizar en español ‘hacia’ (El camino va hacia el norte) porque el resto de las preposiciones establecen un destino final que en este caso no existe.

Puedes ver esta explicación sobre las preposiciones de movimiento en español con más detalle y con más ejemplos en este vídeo de Tu escuela de español: 

6. Los tiempos verbales

Los verbos son el gran problema del español para la mayoría de las personas que tienen el inglés como lengua materna por el gran número de tiempos verbales que hay en este idioma: 14 en uso en la actualidad, y todos con muchísimas formas diferentes.

Esto hace que sea muy difícil tanto aprender la conjugación de todos los verbos como saber cuándo hay que utilizar cada uno de los tiempos verbales.

En cuanto a la conjugación, en cada tiempo verbal en español hay 6 formas diferentes -> una para cada persona:

yo

él / ella / usted

  nosotros / nosotras 

 vosotros / vosotras

  ellos / ellas /ustedes

Esto es muchísimo más complejo que en inglés, en el que en el presente solo se diferencia la tercera persona del singular (he, she o it) añadiendo una -S al final, mientras que las otras cinco son iguales y en el resto de tiempos verbales todas las personas son iguales.

Para ayudarte a recordar todas estas formas verbales, tienes que tener claro en primer lugar que los verbos en español se organizan en tres conjugaciones, que se diferencian en la vocal que hay en la última sílaba del infinitivo.

Así, hay verbos cuyo infinitivo termina en -AR y que pertenecen a la 1ª conjugación (hablar), verbos con infinitivo terminado en -ER y que pertenecen a la 2ª conjugación (comer), y verbos con infinitivo terminado en -IR y que pertenecen a la 3ª conjugación (vivir).

Y para conjugar un tiempo verbal en concreto, solo hay que poner la raíz del verbo, que se obtiene quitando al infinitivo las letras finales -ar, -er o -ir, y añadir la terminación correspondiente.

La mayoría de los verbos en español son regulares, es decir, tienen las mismas seis terminaciones (una por persona) en cada tiempo verbal dependiendo de a qué conjugación pertenecen. Aquí tienes un ejemplo de conjugación del presente de indicativo:

Aunque también hay una lista de verbos irregulares, algunos de los cuales tienen cambios en la raíz del verbo, otros tienen terminaciones diferentes y unos pocos tienen las dos partes irregulares.

La única forma de aprender a conjugar todos estos verbos es conocer cuáles son esas terminaciones y, practicarlas una y otra vez hasta conseguir que aparezcan de forma automática a la hora de hablar.

Mi consejo es empezar primero con el presente y luego, cuando ya lo tengas bastante dominado, pasar a otro tiempo verbal, siempre de uno en uno (no intentes aprender la conjugación de varios tiempos verbales a la vez porque te vas a liar). Y recuerda que en español los verbos pueden ser regulares en un tiempo verbal e irregulares en otros tiempos.

7. Los pasados

A la dificultad de memorizar todas las conjugaciones, se une en español el gran número de tiempos verbales diferentes que utilizamos en este idioma y cómo aprender a distinguirlos. Especialmente difíciles para los hablantes de inglés son los tiempos verbales del pasado ya que tenemos 4 diferentes:

  1. El pretérito perfecto compuesto (He hablado).
  2. El pretérito indefinido o pretérito perfecto simple (Hablé).
  3. El pretérito imperfecto (Hablaba).
  4. El pretérito pluscuamperfecto (Había hablado).

Dos de ellos, el pretérito indefinido y el pretérito imperfecto, se corresponden con un único tiempo verbal en inglés: past simple (I talked).

Y, entonces, ¿cómo puedes saber qué tiempo verbal tienes que utilizar en cada frase?

En general, con el pretérito indefinido nos referimos a acciones terminadas en el pasado y que hacen avanzar la historia:

Ayer comí pasta y después fui a correr.

Mientras que con el pretérito imperfecto la historia se detiene y miramos lo que hay a su alrededor, es decir, describimos una escena concreta que está parada en un tiempo pasado:

Hacía mucho calor.

En concreto, el pretérito indefinido se utiliza en español para hablar de acciones pasadas ocurridas una vez en un periodo de tiempo terminado: ayer, la semana pasada, el mes o el año pasado, el + día o fecha, hace + periodo de tiempo, en + mes o año, etc.

El año pasado visité París. / En enero fuimos a esquiar.

Por su parte, el pretérito imperfecto tiene tres usos principales:

  1. Hablar sobre acciones que se repiten muchas veces en el pasado, es decir, sobre hábitos: Antes iba al cine todas las semanas.
  2. Hacer descripciones en el pasado de personas, cosas o lugares: De pequeña, era muy simpática. / La casa de mis abuelos era muy grande.
  3. Hablar de las circunstancias en las que se produjo una acción en el pasado, es decir, cuándo, dónde, cómo, por qué… pasó algo: Cuando salía de casa, vi a tu hermano. / Como era de noche, no pudimos ver nada.

Sin embargo, cuando hablamos en español de acciones pasadas ocurridas en un periodo de tiempo delimitado (con inicio y con final), utilizamos el indefinido (Estudié francés durante siete años).

Puedes ver esta explicación sobre las diferencias entre el pretérito indefinido y el pretérito imperfecto con más detalle y con más ejemplos en este vídeo de Tu escuela de español:

8. El subjuntivo

El otro gran problema de uso de los verbos en español para los hablantes nativos de inglés es el subjuntivo. Este modo verbal existe en inglés, pero se emplea muy poco, limitado prácticamente a algunas formas del verbo ‘to be‘. Sin embargo, en español se utiliza muchísimo porque se emplea en numerosos contextos y además tenemos cuatro tiempos verbales diferentes dentro de este modo:
  1. El presente de subjuntivo.
  2. El pretérito perfecto compuesto de subjuntivo.
  3. El pretérito imperfecto de subjuntivo.
  4. El pretérito pluscuamperfecto de subjuntivo.
¿Y cómo puedes saber cuándo tienes que utilizar el modo subjuntivo en español?
Lo primero que tienes que recordar es que el subjuntivo normalmente solo aparece en este idioma en oraciones subordinadas, es decir, dependientes de una oración principal, y en estos casos va siempre detrás de la conjunción ‘que’:

Quiero que todo el mundo sea feliz.

Los únicos casos en los que un tiempo verbal del subjuntivo va en una oración independiente son detrás de ojalá, quizás y tal vez:

Ojalá no llueva.

Y, respecto a sus usos concretos, es muy difícil explicar de forma resumida cuándo se emplea este modo verbal en español porque tiene múltiples usos, pero como gran idea podemos decir que el modo indicativo se utiliza en español para transmitir hechos o informaciones, mientras que el modo subjuntivo se utiliza para hablar de ideas, de lo hipotético y de lo irreal. Por eso, se emplea el indicativo cuando el hablante informa sobre algo que sabe o que cree que es una realidad (Estamos en verano), pero se utiliza el subjuntivo si el hablante presenta esa acción como incierta o no experimentada y también si niega esa realidad.

Más en concreto, en español utilizamos el subjuntivo para:

  1. Expresar lo que está dentro de nuestras cabezas: deseos (Espero que estés bien), sentimientos (Me gusta que aprendas español), emociones (Me hace feliz que estéis aquí), valoraciones (Es bueno que vayas a la Universidad), etc.
  2. Negar una realidad o una idea (No creo que sea antipático).
  3. Con los verbos de influencia, es decir, con los verbos que buscan que una persona diferente del sujeto haga algo: peticiones (Necesito que me ayudes a terminar este trabajo), sugerencias (¿Quieres que vayamos al cine?), invitaciones (Me gustaría que vinieras a mi casa a cenar), órdenes (El jefe dice que vayas a su despacho), prohibiciones (Te prohíbo que fumes aquí), etc.
  4. Con la mayoría de las expresiones de duda: el verbo dudar, tal vez, es posible, es probable, puede o no estar seguro (Tal ver vaya a veros luego).

Pero, además, los cuatro tiempos de este modo verbal tienen usos especiales en español dependiendo del tipo de oración subordinada en el que se empleen, como las subordinadas adverbiales, que son las que explican las circunstancias en las que se desarrolla una acción (dónde, cuándo, cómo, por qué, para qué, etc.).

O en las oraciones subordinadas de relativo o adjetivas, que tienen la misma función que un adjetivo: identificar o describir a personas y cosas. En estas frases, el verbo va en indicativo si conocemos a la persona o la cosa de la que hablamos:

Busco al profesor que enseña español.

Mientras que va en subjuntivo si no conocemos a la persona o la cosa de la que hablamos:

Busco a un profesor que enseñe español.

Y también va en subjuntivo si negamos su existencia:

No hay ningún profesor que enseñe español.

Puedes ver las diferencias entre el modo indicativo y el modo subjuntivo con más detalle y con más ejemplos, así como los principales usos del subjuntivo en distintos tipos de oraciones subordinadas en español en estos tres vídeos de Tu escuela de español: 

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9. La pronunciación de la R

El principal problema de los anglófonos a la hora de hablar en español es la pronunciación de la letra R. Este es uno de los sonidos más fuertes del español y uno de los más difíciles de pronunciar en general.

Para aprender a pronunciarlo correctamente, tienes que tener en cuenta que en español existen dos sonidos diferentes para la letra R: uno suave, el fonema /r/, y otro fuerte, el fonema /r̄/.

Pronunciamos una R fuerte /r̄/ siempre que hay una RR doble (perro), pero también cuando hay una R simple al principio de palabra (rosa) y cuando hay una R simple al inicio de una sílaba detrás de una consonante, es decir, detrás de N, L y S (alrededor).

En el resto de los casos, es decir, cuando la R simple está en medio de una palabra, tanto al inicio, como en medio o al final de una sílaba (cara, libro, tarta), y cuando está al final de palabra (amor) se corresponde con el sonido suave /r/.

¿Y cómo se pronuncian estos dos sonidos en español?

En los dos casos la boca está en la misma postura. Los labios y los dientes están abiertos, y lo más importante es la posición de la lengua. La punta de la lengua tiene que estar apoyada en la parte delantera del paladar, la zona de arriba de la boca, sin que el resto de la lengua toque el paladar.

Entonces, ¿en qué se diferencian? En el sonido suave /r/ la punta de la lengua solo toca una vez el paladar, mientras que en el sonido fuerte /r̄/ la punta de la lengua rebota una o más veces, un sonido que requiere una gran fuerza para pronunciarlo bien.

Como la lengua es un músculo, la única forma de conseguir tener la fuerza suficiente para hacerla rebotar varias veces contra el paladar y que se oiga claramente la RR española es hacer ejercicio con ella para fortalecerla.

Puedes ver esta explicación sobre cómo se pronuncian los dos sonidos de la letra R con más detalle y con ejemplos en este vídeo de Tu escuela de español:

10. Las tildes

Finalmente, el principal problema de las personas que tienen el inglés como lengua materna a la hora de escribir en español es saber dónde hay que poner las tildes o acentos ortográficos, es decir, entender las reglas de acentuación.

Lo primero que tienes que saber para poder acentuar bien en español es que en este idioma existen sílabas tónicas, es decir, con acento, y sílabas átonas, es decir, sin acento, y que solo hay una sílaba tónica o acentuada en cada palabra

En algunos casos, estas sílabas tónicas van marcadas con un acento ortográfico, que en español se llama tilde y en otros no, siguiendo las reglas que te voy a explicar a continuación. Y nunca puede haber más de una tilde en una palabra porque solo hay una sílaba tónica.

Reglas generales de acentuación

Las palabras con varias sílabas, dependiendo de en qué posición se encuentre la sílaba tónica, pueden ser agudas, llanas, esdrújulas y sobresdrújulas.

En las agudas, el acento está en la última sílaba; en las llanas, en la penúltima sílaba, es decir, la segunda por atrás; en las esdrújulas, en la antepenúltima sílaba, es decir, la tercera por atrás, y en las sobresdrújulas, antes de la antepenúltima sílaba de la palabra. f

Las palabras agudas llevan tilde cuando acaban en vocal (bebé) y en las consonantes –n o –s (balón, autobús); las palabras llanas llevan tilde cuando acaban en una consonante que no es ni -n ni –s (lápiz, dólar), y, las palabras esdrújulas y las sobreesdrújulas llevan tilde siempre (médico, teléfono).

En cuanto a los monosílabos, es decir, a las palabras formadas por una única sílaba, normalmente no llevan tilde en español. Solo se utiliza este acento ortográfico para distinguir monosílabos que se escriben igual y significan cosas diferentes. Por ejemplo:

el = artículo determinado (el coche)  /  él = pronombre personal (Él habla inglés)

mi = adjetivo posesivo (mi casa)  /  = pronombre personal (Es para mí)

Puedes ver esta explicación sobre las reglas de acentuación en español en este vídeo de Tu escuela de español:

Espero que este repaso de los 10 temas del español que resultan más difíciles a los hablantes nativos de inglés te haya resultado útil. He intentado en cada caso ofrecer una explicación lo más sencilla y resumida posible de cada cuestión para ayudarte a entender las reglas de cada uno de estos temas en español y cuáles son sus grandes diferencias con el inglés.

Si sigues teniendo algunas dudas, te recomiendo que mires los vídeos que se encuentran al final de cada punto de la lista para ver una explicación gráfica más amplia y con muchos más ejemplos.

Y recuerda que puedes descargarte gratis la guía Las 10 claves del español para hablantes de inglés en PDF con un resumen de estos 10 temas claves del español para los anglófonos para que puedas repasarlos cuando quieras y donde quieras.

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Mis alumnos aprenden con el método de Tu escuela de español: estudiar desde casa, con lecciones en vídeo, ejercicios, audios, libertad de horarios, eficacia de aprendizaje y resultados… más barato que en una academia presencial.

En la Zona Premium hay 5 cursos con los aspectos clave del español: Gramática, Verbos, Vocabulario, Lee y Entiende, Ortografía, con 200 lecciones, 140 vídeos, 600 ejercicios interactivos, textos y más de 90 audios de comprensión, contenido en PDF, y un sistema de aprendizaje autónomo o guiado… 

1 comentario en “Las 10 claves del español para hablantes de inglés”

  1. Muy buena la forma como este canal enseña y difunde el español. Contenido de gran calidad. Uno de los mejores canales en la red en lo que se refiere para enseñar la lengua española.

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